Una negligencia médica o mala praxis médica sucede cuando un profesional del sector sanitario (privado o público) se aparta de su atención a los protocolos médicos o a los estándares de la profesión médica causando daño a un paciente.

A menudo, esta actuación sanitaria es menor a la mejor atención posible, el llamado consejo o deber de cuidado. Este deber de cuidado involucra las reglas y prácticas ampliamente aceptadas para tratar pacientes en situaciones similares.

Al momento de hacer la demanda, tendrá éxito sólo si acreditamos que el personal sanitario mediante una acción u omisión produjo una lesión o daño y que medió entre estos dos elementos, una relación causal que no cumple con los criterios de la Lex Artis.

Conoce los tipos de negligencias médicas

Lex Artis: “Criterio valorativo para calibrar el estándar mínimo o de referencia que debe esperarse del médico u otro profesional de la salud para justificar que no se desvió en su actuación profesional” 

¿Dónde se expresan estos criterios de actuación médica?

Está claro que no existen unas leyes que regulen la actuación profesional del médico, sino que normalmente se expresan a través de los llamados protocolos o guías de actuación médica en una determinada enfermedad.

Estos protocolos o guías condensan los avances médicos en determinada materia y proponen la manera de actuación correcta ante una situación determinada, incluyendo algoritmos para facilitar su aplicación y ofrecer al médico las pautas a seguir cuando se enfrenta a determinadas enfermedades.

No obstante, ha de tenerse presente que en muchos casos los protocolos de actuación médica enuncian pautas de actuación más o menos generales (aunque intenten ser lo más detallados posibles para poder ofrecer unos criterios seguros al profesional médico) pero debemos entender que en la mayoría de los casos entran en juego múltiples factores imposibles de prever por estas normas o principios generales.

¿Qué se entiende por obligación de medios?

La obligación del médico no es la de curar al enfermo sino la de poner su experiencia y saber profesional al servicio del paciente y del acto médico específico.

Dicha experiencia y saber profesional debe venir avalado por los estándares científicos actualizados en el instante en que se realiza el acto médico de que se trate. Puede hablarse así, en términos generales, que la obligación del médico será una responsabilidad de medios y no de resultado.

Desde nuestro despacho y ante un escenario de tal angustia e incertidumbre, entendemos que es esencial asegurar y proporcionar a las familias afectadas toda la información relativa a la causa de las lesiones a la mayor brevedad posible además de facilitarles todos los medios que necesita para tomar la decisión de iniciar una reclamación con las debidas garantías.

La elección de un despacho de abogados especializado y con experiencia en este campo del derecho es de vital importancia. Dejarse acompañar por expertos en la materia nos permite sentirnos representados con mayores garantías frente a las graves dificultades derivadas de la indeseada mala asistencia médica.

Lo primero que vamos a realizar es analizar si el caso es viable y estudiar las posibilidades de éxito encargando un estudio médico previo para comunicarle desde un primer momento los diferentes escenarios que se pueden presentar.

Para ello, ponemos a disposición un equipo multidisciplinar de expertos médicos de todas las especialidades (cardiólogos, neurólogos, ginecólogos, obstetras, etc.) para elaborar el llamado “informe de viabilidad” sin coste para el paciente, donde se recoja si existió un error en el deber de cuidado o en la manera en que se procedió en el diagnostico o tratamiento médico que ha ocasionado las lesiones.

Preguntas más frecuentes