El parto es un momento crucial y emocionante en la vida de una mujer y su familia, pero también puede ser una situación de riesgo para la salud del feto y de la madre. Una de las complicaciones más graves que puede ocurrir durante el parto es el sufrimiento fetal, que puede tener consecuencias graves e incluso irreparables en la salud del bebé.
La hipoxia fetal es una de las causas más comunes de sufrimiento fetal, que se produce cuando el feto no recibe suficiente oxígeno durante el embarazo y/o el parto.
En algunos casos, el sufrimiento fetal puede deberse a negligencias médicas, como:
una mala interpretación de los resultados de las pruebas
una falta de vigilancia adecuada durante el trabajo de parto
una demora en la realización de una cesárea de emergencia en caso de hipoxia fetal grave.
Por lo tanto, es esencial detectar y tratar la hipoxia fetal lo antes posible para evitar posibles complicaciones y en este contexto, el registro cardiotocográfico (RCTG) es una herramienta esencial para evaluar el bienestar del feto durante el parto y detectar cualquier signo de sufrimiento fetal.
El RCTG es una monitorización electrónica que se realiza colocando dos sensores en el abdomen de la madre: uno para registrar la frecuencia cardíaca fetal y otro para registrar las contracciones uterinas de la madre. La información obtenida permite tomar decisiones sobre el seguimiento del parto y detectar cualquier signo de sufrimiento fetal.
El uso del RCTG está protocolizado en nuestro país, lo que significa que su uso es obligatorio y no se puede prescindir de él. Si se produce un daño fetal y no se ha utilizado adecuadamente, es posible reclamar siempre y cuando se pueda demostrar que el daño se hubiese podido evitar con su correcto uso. En este sentido, el registro cardiotocográfico es una herramienta clave para determinar si se ha producido negligencia médica en casos de complicaciones durante el parto.
Si se sospecha de negligencia médica durante el parto, es fundamental contar con un equipo legal especializado que pueda ayudar a recopilar y analizar las pruebas necesarias para demostrar la negligencia médica. El registro cardiotocográfico será una de las pruebas más importantes, ya que refleja exactamente la información con la que cuenta el personal médico para tomar decisiones.
La responsabilidad de suministrar los datos del registro cardiotocográfico durante el parto recae en el personal médico que atiende el parto, en concreto, en el obstetra o en el equipo médico de obstetricia.
Pero es importante destacar que en España, la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que el peso de la prueba recae en el paciente que denuncia la negligencia. Es decir, es responsabilidad del paciente demostrar que la negligencia médica existió y que causó el daño. En el caso del registro cardiotocográfico, el paciente debe demostrar que no se utilizó adecuadamente, que no se registró durante todo el parto, que no se interpretó adecuadamente y que no se tomaron las decisiones oportunas en función de la información que proporcionaba el registro.
Para demostrar una negligencia médica en relación con el registro cardiotocográfico, como el paciente debe presentar pruebas de que el registro no se realizó correctamente o que no se utilizó de manera adecuada, es recomendable recopilar información de los registros médicos del hospital, entrevistar al personal médico que atendió el parto y contar con la opinión de expertos en obstetricia y neonatología, ya que en ocasiones el registro cardiotocográfico puede ser difícil de interpretar.
En resumen, el registro cardiotocográfico es una herramienta esencial para evaluar el bienestar del feto durante el parto y para prevenir posibles daños. Si se sospecha de una negligencia médica durante el parto, es importante buscar asesoramiento legal de un abogado especializado en negligencias médicas para ayudar a recopilar la evidencia necesaria, incluyendo el registro cardiotocográfico durante el parto.
Para demostrar una negligencia médica en relación con el registro cardiotocográfico, es necesario presentar pruebas de que el registro no se realizó correctamente o que no se utilizó de manera adecuada. Es importante contar con la opinión de expertos en obstetricia y neonatología en situaciones en las que el registro pueda ser difícil de interpretar.
En caso de que se haya producido una negligencia médica, la víctima puede tener derecho a una indemnización por los daños sufridos, incluyendo gastos médicos, terapias, tratamientos y pérdida de ingresos. Además, puede tener derecho a una compensación por el dolor y el sufrimiento causados.
Si se sospechas que has sido víctima de una negligencia médica durante el parto, es fundamental buscar asesoramiento legal de un abogado especializado en negligencias médicas para ayudar a recopilar la evidencia necesaria, incluyendo el registro cardiotocográfico durante el parto.
En Carosso Abogados somos especialistas en negligencias médicas y tenemos amplia experiencia en casos ocurridos durante el embarazo y el parto. Estamos a tu disposición para ayudarte a defender tus derechos y obtener la compensación que te corresponde.
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