El nacimiento de un hijo es uno de los momentos más hermosos y esperados en la vida de una pareja. La experiencia del parto es un momento crucial tanto para la madre como para el recién nacido. Sin embargo, en algunas ocasiones, pueden surgir complicaciones que, si no son manejadas de manera adecuada, pueden dar lugar a daños graves y permanentes. En nuestro despacho, entendemos el impacto que estos daños en los recién nacidos pueden tener en las familias. No espere que el equipo médico que lo trató reconozca el posible error médico.
El objetivo de este artículo es brindar información clara y útil para quienes se enfrentan a situaciones tan delicadas.
Exploraremos los tipos más comunes de lesiones que pueden ocurrir durante el parto, las causas que las originan, y cómo un adecuado diagnóstico y tratamiento pueden prevenir consecuencias irreparables.
Desafortunadamente, algunos daños en el parto ocurren a pesar de tener una muy buena atención sanitaria. Ningún padre puede saber con certeza si el daño que se le ocasionó a su bebé en el parto se pudo prevenir o, dicho de otra manera, si la actuación médica que tuvo en el parto se ajustó a los protocolos y documentos de consenso sin el estudio del historial clínico por parte de un equipo de peritos médico especializado integrado por (ginecólogo -obstetra-pediatra) que nos indique las causas o motivos.
Muchos daños en los recién nacidos ocurren debido a que el equipo médico responsable de la atención médica no responde rápidamente ante situaciones que se presentan en un parto difícil.
Los profesionales, se apartan en su asistencia, de los protocolos o guías médica que establece la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) o porque se omiten los signos y síntomas prenatalmente que pueden ocasionar el daño.
Durante todos los años que llevamos defendiendo a familiares o pacientes que han sufrido una negligencia médica, hemos identificado ciertos patrones de errores médicos recurrentes que merecen ser visibilizados:
- Negligencia médica durante el desarrollo del embarazo: estos casos surgen de la negligencia médica cometida antes de que nazca el bebé. Los ejemplos incluyen la falta del obstetra o del médico en detectar o realizar un diagnóstico correcto ante determinadas complicaciones o un embarazo ectópico, o una condición médica que podría afectar la capacidad de la madre para tener un embarazo o parto seguro.
- Negligencia médica durante el parto: los padres que han pasado por un parto complicado con consecuencias negativas para su bebé, fundamentalmente pueden preguntarse si el equipo médico en su totalidad (ginecólogo, obstetra, matrona y enfermera) pudieron tener la culpa por acción u omisión en las secuelas que sufre su bebé o tal vez, quizás, ir más allá y preguntarse qué actuación podrían haber hecho ellos para prevenir ese daño.
Durante el parto, pueden surgir complicaciones incluso con una vigilancia cercana del estado de la madre y el feto. Sin embargo, con frecuencia, un diagnóstico y tratamiento tempranos y adecuados de estas complicaciones pueden prevenir daños al recién nacido.
Los 6 errores médicos más comunes que pueden provocar daños en el parto
- No vigilar o responder a los signos de pérdida de bienestar fetal. Estas son indicaciones de que un bebé está en peligro debido a la falta de oxígeno y puede requerir intervenciones como una cesárea de urgencia. Cuanto más tiempo quede un bebé en condiciones de privación de oxígeno en el útero, mayor será la probabilidad de que sufra daño cerebral permanente y grave o incluso la muerte fetal.
- Uso indebido de Oxitocina y Misoprostol (fármacos que aumentan la contractilidad uterina) o partos instrumentales como fórceps, espátulas o ventosa cuya indicación debe ser correcta y se han de aplicar de una manera técnicamente adecuada, ya que en caso contrario puede provocar daños perinatales
- Manejo erróneo de un problema con el cordón umbilical, la placenta o el útero, o una presentación fetal anormal. Por supuesto, hay situaciones en las que ocurren eventos trágicos que están completamente fuera del control de un profesional médico. Sin embargo, muchas complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto, se pueden prevenir o manejar de manera segura si los médicos realizan una vigilancia estrecha, permanecen atentos ante cualquier problema potencial que pueda surgir, y están preparados para responder a una emergencia si es necesario.
- Falta de precauciones tomadas en un embarazo de alto riesgo. Los médicos deben estar familiarizados con los factores que clasifican a un embarazo como de alto riesgo, como diabetes gestacional, preeclampsia, infección materna, obesidad materna y edad materna avanzada. Las mujeres con embarazos de alto riesgo deben ser vigiladas estrechamente, y en algunos casos puede requerir una actitud activa, como por ejemplo extracción fetal mediante una cesárea programada.
- No tratar adecuadamente a un bebé que ya ha sufrido un daño en el parto. Por ejemplo, los bebés que han sido privados de oxígeno durante el proceso de parto deben recibir terapia de hipotermia dentro de las seis horas posteriores al ataque original. Esto puede minimizar el daño cerebral permanente.
- Mal uso de la ventosa obstétrica o fórceps: Los bebés más grandes son más difíciles de ser extradidos y presentan mayor susceptibilidad de presentar daño perinatal debido a la aplicación inadecuada de instrumentos obstétricos tales como fórceps o ventosas. Estos instrumentos tienen indicaciones específicas para la extracción fetal y su uso incorrecto por parte del personal sanitario no experimentado puede producir daños tanto en la madre como al bebé. Además, debemos saber que para la aplicación de estos instrumentos, es necesario el consentimiento informado de la paciente donde se le explique los riesgos y beneficios del mismo, pudiendo tener la alternativa su tratamiento, generalmente, que es una cesárea.
Estos daños perinatales pueden ser muy variables.
Algunas de las secuelas más comunes que resultan de daños relacionados con el parto son:
- Encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) por hipoxia o asfixia durante el
- parto.
- Parálisis cerebral (PC).
- Convulsiones.
- Retrasos del desarrollo.
- Infección como sepsis o meningitis.
- Hemorragias intracraneales (hemorragias cerebrales).
- Leucomalacia periventricular (PVL).
Proteja el futuro de su hijo ante una negligencia médica
Sabemos que el tratamiento que su hijo necesitará es de por vida, y que puede causar muchas dificultades desde todos los ámbitos para su familia. Si bien, es difícil sacar tiempo para contactar a un abogado mientras ocurren estas tragedias, es importante tener en cuenta que existen plazos de tiempo muy cortos para presentar una demanda y tomar medidas legales para solicitar la indemnización.
En nuestro despacho, hemos ayudado a numerosas familias a obtener la indemnización que necesitan para garantizar un futuro más seguro y estable para sus hijos. Entendemos que cada caso es único, por lo que ofrecemos una atención personalizada y cercana a cada familia que representamos, asegurándonos de abordar sus necesidades específicas y brindarles el apoyo legal que merecen.
Si usted, un familiar o un ser querido ha sufrido secuelas graves durante el embarazo o parto y cree que puede deberse a un error médico, sepa que puede tener derecho a una indemnización. En nuestro despacho somos especialistas en casos de negligencia médica relacionados con los daños en el parto.
Con la interposición de la demanda y dando visibilidad a los temas relacionados con negligencias médicas hemos ayudado a muchas familias a llevar el sufrimiento de la mejor manera posible.