En Carosso Abogados, llevamos trabajando desde hace muchos años defendiendo y ayudando a todas aquellas personas en reclamos por lesiones graves, causadas por un error médico o negligencia médica.
A lo largo de este tiempo, tanto las personas afectadas como los familiares nos han expresado un deseo común, evitar que lo que les sucedió a ellos o a sus familiares le ocurra a otra persona.
A continuación, dejamos unos tips que te ayudarán en la gestión de la atención médica que recibes tú o tus allegados. Como pacientes y familiares, tenemos un papel activo en el proceso médico, y nuestra voz puede ser clave para evitar errores médicos y garantizar una atención médica segura.
Pese a nuestra confianza en los médicos y profesionales de la salud, los errores médicos son más comunes de lo que creemos. En este artículo te planteamos ciertas cuestiones prácticas que puedes seguir para minimizar los riesgos, cuando te enfrentas a situaciones médicas:
1. Designa a un familiar o amigo para el paciente
Cómo hacerlo. Elige un miembro de tu familia o un amigo de confianza para que te acompañe y esté presente en las conversaciones y comunicaciones con los médicos y enfermeras. Recomendamos que el acompañante realice las siguientes acciones:
- Tomar notas sobre los diagnósticos y planes de tratamiento.
- Asegurarse de estar presente cuando se discutan opciones médicas o se tomen decisiones importantes.
- Ser la voz del paciente si no puede hacerlo por sí mismo.
Ejemplo. Si el paciente tienes que firmar un consentimiento, este defensor puede asegurarse de que entiendas todos los riesgos antes de firmar cualquier documento médico.
Consejo práctico. Informa al personal médico desde el principio de quién es la persona y asegúrate de que esté incluido en cada discusión. Pídele cada día al médico que te explique cómo va el tratamiento del paciente.
2. Escucha tu intuición y habla si algo te parece incorrecto
Cómo hacerlo. Si notas algo que no parece estar bien, como un cambio en el estado del paciente o si las indicaciones no te parecen adecuadas, no dudes en decirlo. Tienes todo el derecho a hacerlo.
- No tengas miedo de preguntar sobre síntomas, medicamentos, pruebas o tratamientos.
- Si lo que dicen los médicos no parece coincidir con lo que ves o sientes, no dudes en volver a preguntar.
Consejo práctico. Lleva una lista de preguntas preparada para las reuniones con el médico y, si sientes que algo no cuadra, dilo de inmediato. Incluso una simple observación puede marcar la diferencia.
3. Haz preguntas clave para explorar todas las posibilidades
Ejemplo. “¿Qué otros factores podrían estar causando esto?”
Esta pregunta obliga al médico a considerar otras posibles causas del problema, para que no se enfoque solo en una opción.
Consejo práctico. Pregunta directamente si se han considerado diagnósticos alternativos o qué más se está descartando. Pide que te expliquen los resultados de todas las pruebas.
4. Solicita evaluar el peor escenario posible
Ejemplo. “¿Qué es lo peor que podría estar causando este problema?”
Esta pregunta ayuda a que el médico considere los problemas más graves, para asegurarse de que no pase por alto algún síntoma o algo importante. Recomendamos no utilizar la frase «poner en peligro la vida» porque puede asustar o confundir.
Consejo práctico. No dudes en insistir en pruebas que descarten diagnósticos críticos, como infecciones graves (sepsis) o problemas cardíacos. Es mejor asegurarse de que se han considerado todas las opciones posibles, incluso las más graves.
5. Busca una segunda opinión si tienes dudas
Cómo hacerlo. Si no te sientes satisfecho con las respuestas o el tratamiento, busca otra opinión médica.
- No es necesario quedarse con el primer diagnóstico si sientes que algo falta.
- Un cambio de médico o la consulta de un especialista puede ofrecer nuevas opciones que no habían sido consideradas anteriormente.
Consejo práctico. Ten a mano los detalles del historial médico del paciente y busca una segunda opinión médica tan pronto como sientas que tus dudas no están siendo atendidas.
Otros consejos prácticos
- Toma notas detalladas: lleva un cuaderno para anotar todo lo que te dicen. Escribe los nombres de los medicamentos y los resultados de las pruebas.
- Haz preguntas claras y directas: si no entiendes algo, no dudes en pedir aclaraciones. Pregunta sobre los riesgos, beneficios y el propósito de cada prueba o tratamiento.
- Sé proactivo en la comunicación: los profesionales de la salud a menudo están bajo presión. Asegúrate de que tus preguntas sean claras y concisas, y no temas repetirlas si no se responde de manera satisfactoria.
En resumen: Recuerda, siempre tienes derecho a preguntar. Mantén un registro de todo y nunca dudes en expresar tus preocupaciones. Tu voz es importante.
Recuerda, si tienes dudas sobre un posible caso de negligencia médica, y quieres explorar las posibilidades de una reclamación antes de iniciar un proceso judicial, puedes contactarnos para que evaluemos tu caso, sin compromiso.