La sanidad madrileña indemnizará con 300.000 euros a una mujer por un grave caso que derivó en shock séptico.
En un reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), se ha condenado al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) y a la empresa IDC Salud Móstoles a indemnizar con 300.000 euros a una mujer de 68 años por un grave caso de negligencia médica. Esta sentencia destaca la importancia de la diligencia en la atención médica y establece un precedente significativo en la responsabilidad del sistema sanitario.
Antecedentes del Caso
La paciente, de 68 años, acudió tres veces al servicio de Urgencias del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles entre marzo y abril de 2019. Durante estas visitas, presentó síntomas de una obstrucción intestinal secundaria a una hernia crural. Sin embargo, los médicos no aplicaron los medios diagnósticos necesarios ni proporcionaron el tratamiento adecuado en un tiempo razonable. Como resultado de este retraso, la obstrucción intestinal se complicó, llevando a una perforación del intestino delgado, una peritonitis fecaloidea y finalmente, un shock séptico.
Este diagnóstico tardío y tratamiento inadecuado ocasionaron graves secuelas físicas y neurológicas a la paciente, resultando en una minusvalía del 68%. La familia de la afectada, representada por el abogado Fabián Carosso, especializado en negligencias médicas, consideró que la indemnización inicial de 135.408 euros ofrecida era insuficiente y no reflejaba la gravedad del daño sufrido.
Proceso Judicial y Sentencia
Cómo explicamos más arriba, la familia representada por nuestro despacho, y que había iniciado un procedimiento administrativo, rechazó la indemnización de 135.408 euros por considerar que la valoración del daño reconocida en sede administrativa era «incompleta y se apartaba de la realidad».
Por ello, se presentó un recurso contencioso administrativo por responsabilidad patrimonial por «el funcionamiento anormal» de los servicios sanitarios públicos, en el que reclamaba 692.495 euros, una cuantía que el SERMAS consideraba excesiva.
El TSJM evaluó los informes periciales aportados y concluyó que el retraso en el diagnóstico y tratamiento de la hernia crural incarcerada fue el causante directo de las complicaciones graves que sufrió la paciente. La sentencia subrayó que «resulta incuestionable que ha existido un retraso en el diagnóstico y tratamiento de una hernia crural incarcerada, que ha ocasionado una perforación de intestino delgado y peritonitis fecaloidea, lo cual ha condicionado la gravedad del cuadro clínico, complicando el tratamiento y alargando probablemente la recuperación de la paciente».
Dicha resolución no aplicó la doctrina de la pérdida de oportunidad, que se usa generalmente cuando no se puede demostrar de manera directa que la mala praxis médica causó el daño específico, sino que existe una posibilidad de que el daño hubiera ocurrido de todos modos, aunque menor. En este caso, los magistrados encontraron una relación causal directa entre la mala praxis y los daños sufridos por la paciente.
Ahora el TSJ de Madrid estima parcialmente la demanda de nuestro despacho, al aumentar la indemnización por los daños acreditados hasta los 300.000, euros que deberán afrontar el SERMAS y la empresa IDC Salud Móstoles.
La decisión del TSJ de Madrid de aumentar la indemnización a 300.000 euros, refleja la gravedad de las secuelas y la clara responsabilidad del SERMAS y la empresa IDC Salud Móstoles. Este fallo tiene importantes implicaciones para el sistema sanitario y subraya la necesidad de mejorar los protocolos de diagnóstico y tratamiento en los hospitales públicos para evitar futuros casos de negligencia.
El caso también resalta la necesidad de un monitoreo y control más estrictos dentro del sistema de salud para garantizar que los profesionales médicos cumplan con los estándares de atención requeridos. La negligencia médica no solo tiene un impacto devastador en la vida de los pacientes y sus familias, sino que también socava la confianza pública en los servicios sanitarios.
El fallo del TSJM, en este caso de negligencia médica, es un recordatorio contundente de las responsabilidades que tienen los profesionales de la salud y las instituciones sanitarias. La indemnización de 300.000 euros es una victoria para la justicia y una señal de esperanza para aquellos que han sido afectados por una mala praxis médica. La dedicación de nuestro despacho en la defensa de los derechos de los pacientes continúa marcando una diferencia significativa en la lucha por una atención médica más justa y responsable.
Nuestro equipo está compuesto por profesionales altamente capacitados, con una profunda empatía hacia quienes atraviesan momentos difíciles debido a un mal diagnóstico médico. Estamos aquí para representarte y luchar por tus derechos, buscando el reconocimiento de cualquier daño sufrido y la indemnización más justa que se pueda alcanzar.
Sabemos que cada situación es única, y por eso nos comprometemos a ofrecerte un enfoque personalizado y dedicado. Nuestra prioridad es tu bienestar y la búsqueda de la verdad. Si has experimentado las consecuencias devastadoras ante una SEPSIS mal diagnosticada y tratada, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para ayudarte a navegar por este difícil camino y obtener la justicia que mereces.
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