La matrona/comadrona es una profesional de la salud especializada en el cuidado y la atención de la mujer durante el embarazo, el parto y el postparto. En España, las matronas están autorizadas para atender partos de manera autónoma, tanto en el entorno hospitalario o sanitario como domiciliario, siempre que nos encontremos ante un parto natural sin complicaciones.
Así, cuando una mujer empieza a tener síntomas de parto, el papel de la matrona es capital para la gestante y su futuro bebé. Será la responsable de monitorizar el bienestar fetal y el desarrollo adecuado del parto.
Pero hay que tener en cuenta que solo en los supuestos en los que el parto se presente con total normalidad puede la matrona prescindir de la presencia de un médico especialista. Porque únicamente el ginecólogo o el obstetra están autorizados para llevar a cabo valoraciones relativas a la conveniencia o no de los actos y manipulaciones que se requerirán para la extracción vaginal cuando nos encontremos ante un parto con complicaciones, o, en su caso, para decidir y practicar una cesárea.
Suele ser en la confluencia de funciones que se da cuando la supervisión del parto debe pasar de la comadrona al médico, donde se suelen producir la mayoría de casos de negligencias médicas por mala praxis de la matrona. De hecho, bastará la ausencia de un médico especialista en los casos en que el parto se considere de riesgo según las guías médicas aplicables, a los efectos de considerar que estamos ante una negligencia médica imputable a la comadrona.
En el contexto de la responsabilidad por negligencia del sector de la enfermería, la mayoría de los casos en los que se establece responsabilidad civil profesional por mala praxis, tienen su orígen en el área de la ginecología. Y las indemnizaciones más relevantes concedidas por los Tribunales en los casos de negligencia médica durante el parto, se centran en casos de mala praxis por no detección o falta de reacción de situaciones de sufrimiento fetal.
La falta de detección del sufrimiento fetal a tiempo conlleva que el feto pueda sufrir lo que se conoce como hipoxia, cuyas consecuencias van desde el fallecimiento del bebé durante el parto hasta daños cerebrales y/o secuelas neurológicas graves.
Cuando el feto sufre lesiones durante el parto las consecuencias para su futura vida, y la de su familia, pueden ser discapacidades físicas y/o mentales, que requerirán una continua y prolongada atención médica.
Y será la matrona la primera que deberá detectar y determinar la existencia de ese sufrimiento fetal para poner en marcha los protocolos de actuación establecidos por la Sociedad Española de Ginecología y las guías específicas, para que el parto se lleve a cabo con éxito
Pueden ser indicativos de sufrimiento fetal y de hipoxia (disminución del suministro de oxígeno):
-las variaciones de la frecuencia cardiaca
-la disminución de movimiento
-la presencia de meconio en el líquido amniótico.
Las secuelas del sufrimiento fetal pueden ser de carácter metabólico, anomalías cardíacas, parálisis cerebral, trastornos cognitivos, daños cerebrales varios, problemas con el tono muscular y el sistema motor, epilepsia, dificultades en la comunicación, en la alimentación…
A pesar del test de Apgar y otras pruebas, que pueden determinar la existencia de un sufrimiento fetal inmediatamente después del parto, muchas secuelas pueden manifestarse y evolucionar durante el crecimiento del niño, por lo que muchas víctimas desconocen que han sido sujetos de una negligencia médica durante el parto hasta que los síntomas se manifiestan, días, semanas, meses o años después.
Por eso es importante que, ante la existencia de un daño en tu bebé, te plantees si hubo o no alguna acción u omisión que se pudiese producir durante el parto y que pueda tener una relación directa de causalidad con el mismo.
Si has sido víctima de una mala praxis durante el parto, tienes derecho a una indemnización que, si bien no cambiará la realidad de lo que ha sucedido, ayudará a tu familia con los retos que las secuelas pueden conllevar, además de colaborar en la mejora del sistema sanitario para que ponga medios que minimicen los errores de sus profesionales.
Hay más errores que daños y más daños que denuncias; por eso, si tienes dudas te animamos a asesorarte. Un profesional con experiencia puede ayudarte a estudiar la documentación médica asociada a tu caso y determinar, con la ayuda de peritos médicos especialistas, de las posibilidades de éxito que tienes para el caso que decidas denunciar.
En Carosso Abogados tenemos una amplia experiencia en casos de negligencia médica y hemos llevado exitosamente casos de mala praxis durante el parto. Por eso te invitamos a llamarnos y consultar tu caso sin compromiso para ver si te podemos ayudar.
¡Que no se te pase el plazo para reclamar!