El ictus, una amenaza creciente
A pesar de que cada vez son más conocidos los síntomas y, por tanto, más fáciles de identificar de manera temprana, los accidentes cerebrovasculares están en aumento y suponen la primera causa de discapacidad en adultos y la segunda causa de demencia, después del Alzheimer. De hecho, solo en España el ictus provoca 27.000 muertes al año, siendo la segunda causa de mortalidad (la primera en el caso de las mujeres). Y las expectativas para los próximos años no son halagüeñas, ya que se prevé un aumento de este tipo de lesiones de un 39% para 2035.
En definitiva, una de cada 6 personas padecerá un ictus.
¿Qué ocurre cuando se sufre un ictus?
Un ictus es un accidente cerebrovascular que ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se interrumpe y puede variar de menor a catastrófico dependiendo del caso individual.
En nuestra web puedes encontrar más detalles sobre diagnóstico y síntomas del ictus.
El derrame cerebral hace que el cerebro sufra pérdida de sangre y oxígeno, por lo que es crítico que los pacientes reciban tratamiento rápidamente. Cuanto más tiempo pasa sin diagnóstico y tratamiento, más se daña el cerebro y más graves son los síntomas y el pronóstico de un paciente.
Los síntomas de un accidente cerebrovascular pueden incluir, entre otros:
- Dificultad para hablar
- Entumecimiento inexplicable de las extremidades o caída facial, especialmente en un lado del cuerpo
- Dolores de cabeza intensos repentinos e inexplicables
- Confusión, o decir cosas sin sentido aparente
Podemos recordar estos síntomas con el acrónimo FAST, que se corresponde con las siglas en inglés de:
F – Cara (face) ¿se ha caído por un lado, por el ojo o la boca?
A – Brazos (arms), ¿pueden mantener ambos brazos levantados? ¿Su debilidad o entumecimiento está en un brazo?
S – Habla (speech), ¿su discurso es arrastrado o confuso?
T – Tiempo (time), los pacientes con accidente cerebrovascular deben ser tratados inmediatamente cuando aparecen los síntomas iniciales.
¿Cómo debe ser el tratamiento en caso de ictus?
Actuar RÁPIDO (FAST), tanto en el reconocimiento de los síntomas por parte del paciente y su entorno, como la intervención del equipo médico, es la clave para tratar con éxito los accidentes cerebrovasculares y minimizar las lesiones cerebrales. Si no se diagnostica un accidente cerebrovascular remitiendo al paciente para su revisión inmediata, puede perderse la ventana terapéutica para un tratamiento efectivo.
Es importante destacar que los pacientes de ictus más leves pueden recuperarse sin quedar ningún tipo de secuelas, mientras que las consecuencias de los casos más graves pueden disminuir si reciben el tratamiento correcto.
¿Cuáles son las consecuencias de no diagnosticar y tratar rápidamente un ictus?
Como hemos dicho antes, el tiempo es esencial cuando alguien ha sufrido un accidente cerebrovascular. Si este no se trata con prontitud, el daño al cerebro puede ser extenso y derivar en una discapacidad grave permanente. Pérdida del habla, deterioro físico unilateral, pérdida de visión, reducción de la memoria / funcionamiento cognitivo son solo algunas de las consecuencias devastadoras que puede causar un ictus.
¿Cuándo hay negligencia en un caso de ictus?
Se considera que puede haber negligencia en caso de ictus cuando un paciente sufre un accidente cerebrovascular que se diagnostica erróneamente, o cuando la atención y el tratamiento que reciben son insuficientes o incorrectos, lo que hace que se sufran más enfermedades o lesiones.
La negligencia en el ictus puede venir por:
- Retraso en el apoyo médico después de llamar a una ambulancia.
- No remisión a un médico especialista, especialmente durante los fines de semana y días festivos, lo que conduce a retrasos en el diagnóstico.
- Monitorización y atención inadecuadas después del ingreso al hospital.
- Monitorización inadecuada de los pacientes con medicación que puede aumentar el riesgo de sufrir un ictus.
- Y otros motivos que te explicamos en la página sobre diagnóstico y síntomas del ictus.
Por ejemplo, en el caso de que el paciente sea enviado a casa desde el hospital sin recibir un diagnóstico o con un diagnóstico erróneo, a pesar de haber sufrido episodios de accidentes cerebrovasculares menores (AIT), por falta del personal necesario para evaluarla, o cuando los síntomas no son considerados lo suficientemente graves como para justificar el ingreso hospitalario.
Debido a que hay una ventana terapéutica corta para tratar a un paciente con ictus, cada acción tomada por un profesional de la salud médica es importante, y hay poco margen de error.
Desafortunadamente, pueden ocurrir casos en los que los profesionales médicos no diagnostican adecuadamente un accidente cerebrovascular en un paciente, lo que puede tener consecuencias devastadoras. La mala gestión de estos casos puede agravar las secuelas de la enfermedad e incluso provocar la muerte, y son susceptibles de iniciar demandas por negligencia médica contra el profesional médico o la institución responsable de la negligencia.
¿Qué indemnización obtendrá por un reclamo de diagnóstico erróneo de ictus?
Cada reclamación por negligencia médica es diferente y la cantidad indemnizatoria estará determinada por la gravedad de las lesiones del paciente, tanto personales como patrimoniales. Sin embargo, las reclamaciones por diagnóstico erróneo de ictus, al igual que otras reclamaciones por daños y lesiones cerebrales graves, implican una indemnización significativa.
¿Quién paga la rehabilitación del ictus?
Es importante que, ante la sospecha de una negligencia médica, busques asesoramiento legal lo antes posible. Es cierto que las reclamaciones pueden tardar muchos meses en resolverse; sin embargo, cuando se puede establecer claramente la negligencia, es posible solicitar un pago de indemnización provisional para permitirte acceder a un tratamiento que puede mejorar la recuperación del paciente.
Las secuelas por accidente cerebrovascular pueden tener consecuencias muy duras. Se ha demostrado que la rehabilitación rápida en estos casos ayuda a las personas a mejorar sus limitaciones físicas y cognitivas; por ejemplo, fisioterapia intensiva para mejorar la debilidad unilateral, o terapia del habla y el lenguaje para ayudar a tratar de restaurarla.
Aunque algunas de estas terapias pueden estar disponibles a través del sistema público de salud, pueden ser de naturaleza limitada y no suficientes para alguien que está realmente decidido a mejorar su condición. En tales circunstancias, una reclamación de indemnización por negligencia médica que prospere, te facilitará los recursos económicos suficientes para poder optar a este apoyo profesional tan necesario para mejorar la condición del enfermo.
¿Cómo podemos ayudarte?
Las negligencias en el diagnóstico y tratamiento del ictus forman parte de las situaciones en las que, como expertos en negligencias médicas, podemos ayudarte.
A veces, la intervención es oportuna y el personal médico hace todo correctamente y aún así los efectos del ictus pueden ser duraderos, causando discapacidad e incluso la muerte. Por eso, lo primero que debemos hacer es revisar tu caso para verificar si se puede demostrar que estos efectos han sido el resultado de una atención deficiente, generando así el derecho a una indemnización económica.
Para comprender si existen motivos legítimos para una indemnización, revisaremos los informes médicos y la naturaleza de su tratamiento y atención para demostrar que fue víctima de negligencia médica y que ha sufrido daños físicos y patrimoniales como resultado.Ofrecemos un servicio personalizado a todos nuestros clientes porque reconocemos y entendemos lo importante que es que su caso se gestione de manera sensible. No somos una «fábrica de procesamiento de reclamaciones» y nuestro equipo de abogados solo acepta aquellos casos que consideramos susceptibles de éxito. Para saber si tu caso puede ser uno de ellos, solicita aquí tu estudio de viabilidad gratuito.